domingo, 23 de octubre de 2011

Sin titulo

Todo lo frágil se ha quebrado
como estaba escrito.
Decirlo es monótono
y callarlo no me sirve.
Decir que la noche es una cuna
donde los niños sin amor
ven los astros girar
mientras sonríen,
y son eternamente niños
por dentro
y perennemente viejos
por fuera.
Callar que una vez amé
y nunca supe cómo.
Decir que las pistolas y los besos
no detonan por si solos,
y no sé qué mano
llevó el cañón de la locura
a mi boca, o cual beso
dejó a mi corazón en lo oscuro,
muerto de miedo,
sosteniendo una pistola.

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